viernes, 19 de septiembre de 2008

Algo de Antaño pero muy actual!!!


"COLORIN COLORADO"

Una de las experiencias más gratas de mi niñez era escuchar o leer un buen cuento. Si bien mis tres décadas de edad no me permiten catalogarme como “alguien de antaño”, es necesario subrayar el hecho que crecí en una época en la que el auge multimedia estaba a quince años de distancia en el tiempo y el espacio. Por eso, además de ciertas caricaturas televisivas que miraba en mi televisor en “blanco y negro”, los libros de cuentos y sus respectivas ilustraciones constituían un pasatiempo más que divertido para mí.

El comienzo de cada narración creaba cierta intriga. Para qué negarlo. “Había una vez…”; “En cierta ocasión...”; “Érase una vez…”; “En un lejano país…” eran las clásicas frases con las que se cautivaba de inmediato al lector. Luego de las risas, el suspenso, los héroes y la aventura, llegaba el inminente desenlace, con el tan esperado final feliz: “Y colorín colorado, este cuento se ha acabado”.
Fantasías narrativas. Ilusiones infantiles. Finales felices.

Cuando comenzamos a tomar conciencia de la realidad – y la vida nos presenta distintos escenarios en los que se afirma nuestro rol como protagonistas de la acción – no es noticia decir que “nos vamos dando cuenta” de que los finales felices muchas veces se concretan sólo en los cuentos que tanto amamos durante nuestra niñez…

Esto ocurre cuando alguien a quien consideramos nuestro amigo resulta no ser tal, sino que traiciona la amistad y la confianza que depositamos en su persona, concluyendo abruptamente la relación…

Sucede cuando una ser querido lucha por su vida, pero termina feneciendo por causa de una enfermedad...

Pasa cuando los padres privan a sus hijos (de manera intencional o no) del cariño y el afecto necesarios para el sano desarrollo de sus jóvenes vidas, creando un vacío emocional que traerá secuelas en la vida adulta…

Acontece cuando nos enfrentamos diariamente con cuestiones, propias y ajenas, relativas a la vida privada y la sociedad, para las cuales no encontramos solución, hecho que genera frustración y sentido de fracaso…

Realidades existenciales. Desilusiones de la vida adulta. Finales confusos que generan interrogantes.

¿Qué hacemos con todo esto? ¿Permitimos que la ansiedad, el desengaño y el cinismo caractericen nuestras acciones? ¿U optamos por “hacer de cuenta” que “aquí no pasa nada”, lo que constituye una especie de suicidio mental?

Jesucristo dijo: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso”. Mateo 11.28 (NVI).

En mi caso los finales felices de los cuentos no siempre han tenido su correlato en diversas circunstancias de mi vida. Sin embargo, el desarrollo de una estrategia múltiple que…

…contemple la aceptación de los hechos que no puedo cambiar (versus la estéril resignación).

…me lleve a ver la vida como algo integral (versus el falso optimismo hedonista cuyo ojo prefiere ser esquivo a todo lo que no produzca sensación de bienestar).

…me conduzca a aprender y tomar lecciones de las experiencias, sean estas malas o buenas (versus la queja y la frustración).

…me guíe, en definitiva, hacia la confianza plena en Dios, quien me brinda la capacidad de perdonar y perdonarme, amar y amarme, sanar y ser sano (versus el individualismo)…

…¡siempre ha sido la clave para sobrevivir: vivir más allá de la mera existencia!

Esto es mucho más que meros finales felices… ¡se trata de alzar nuestra mirada, observar más allá de la cotidianeidad y considerar nuestras vidas como un hecho integral!
¡Buen Fin de Semana!


CRISTIAN FRANCO
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sábado, 13 de septiembre de 2008

Dios está bordando....



Cuando yo era niño, mi madre trabajaba mucho cosiendo. Yo me sentaba en el suelo, miraba y preguntaba qué es lo que estaba haciendo. Ella me contestaba que estaba bordando.
Todos los días yo hacía la misma pregunta y ella me contestaba lo mismo. Observaba su trabajo de una posición abajo de donde ella se encontraba sentada, y repetía: “Mamá, que es lo que estás haciendo?”
Le decía que, desde donde yo la miraba, lo que estaba haciendo me parecía muy extraño y confuso. Era un amontonado de nudos y hilos de diferentes colores, largos, cortos, unos gruesos y otros finos... Yo no entendía nada.
Ella sonreía, miraba hacia mí y de manera amable me decía: “Hijo, sal un poco a jugar, y en cuanto termine mi trabajo yo te llamaré y te cogeré en mis brazos y dejaré que veas el trabajo desde mí posición.
Pero yo seguía preguntándome desde abajo donde estaba: ¿Por qué ella usaba algunos hilos de colores oscuros y otros claros? ¿Por qué me parecían tan desordenados y enmarañados? ¿Por qué estaban tan llenos de nudos y puntos? ¿Por qué había tantos nudos y hilos enredados entre si? ¿Por qué no tenían aún una forma definida? ¿Por qué tardaba tanto para hacerlo?
Un día, cuando yo estaba afuera jugando, ella me llamó. “Hijo, ven aquí, que te coja en mis brazos”.
Me cogió y me sorprendí al ver el bordado. “¡No me lo podía creer! ¡Desde abajo me parecía tan confuso! Pero, desde arriba, he podido ver un paisaje maravilloso.” Entonces ella me dijo:
“Hijo, desde abajo mi bordado te parecía confuso y desordenado porque tu no veías que en la parte de arriba había un bello diseño...
...Pero, ahora, mirando el bordado desde mí posición, tu ya puedes ver qué es lo que yo he estado haciendo”.
Muchas veces, a lo largo de los años, he mirado hacia al cielo y he dicho: “Padre, ¿qué es lo que estás haciendo?”El parece responder: “Estoy bordando tú vida, hijo”.
Y yo sigo preguntando: “Pero lo veo todo tan confuso... Padre, todo está desordenado. Hay muchos nudos, situaciones difíciles que no terminan y cosas buenas que pasan rápido. Los hilos son tan oscuros... ¿Por qué no son más brillantes?”
El Padre parece decir: “Hijo mío, ocúpate de tú trabajo, relájate... confía en mí. Yo haré mí trabajo. Un día, te llevaré a ti en mis brazos, y entonces irás a ver el plan de tu vida desde mí posición”.
A veces no entendemos qué está ocurriendo en nuestras vidas. Las cosas son confusas, no encajan y parece que nada nos sale bien.
Es que estamos mirando el reverso de la vida. Del otro lado, Dios está bordando …

viernes, 5 de septiembre de 2008


..."LA AMISTAD ES UN TESORO, QUE TU Y YO COMPARTIMOS UN ENTRAÑABLE LAZO QUE NOS UNE A TRAVES DE NUESTROS AÑOS, A TRAVES DE LA DISTANCIA. LA AMISTAD ES UN RAYO DE LUZ, CUANDO LA OSCURIDAD NOS ENVUELVE, UNA FRESCA BRISA DEL MAR, CUANDO VAGAMOS EN EL DESIERTO,AMISTAD ES LO QUE TU Y YO TENEMOS LO QUE COMPARTIMOS DIA A DIA...GRACIAS POR ESE REGALO QUE ME DAS POR TU GRAN AMISTAD SIN IGUAL"...