martes, 23 de diciembre de 2008

Se oido !!!


Cuando nuestros seres queridos y nuestros amigos se nos acercan con sus problemas, pensamos que debemos arreglarlos ahí mismo. Sin embargo, si les ofrecemos un oído atento, la respuesta viene a menudo por si sola.
Hoy, muérdete la lengua y resiste hablar compulsivamente. Sé simplemente un hombro firme, un oído abierto y un corazón cálido.



Yehuda Berg

lunes, 15 de diciembre de 2008

Cerrando Circulos



Es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer más allá del tiempo necesario, perderás la alegría y el sentido de todo lo demás. Cerrando círculos, cerrando puertas o cerrando capítulos. Como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos. Lo importante es poder dejar ir momentos de la vida que se van clausurando. ¿Terminó tu trabajo? ¿Se acabó la relación? ¿Ya no vives más en esa casa? ¿Debes irte de viaje? ¿La amistad se acabó? Puedes pasar mucho tiempo de tu presente “revolcándote” en los porqués, en regresar la cinta y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste va a ser infinito porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos destinados a ir cerrando capítulos. A pasar la hoja. A terminar con etapas o con momentos de la vida y seguir adelante. No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que pasó, pasó. Y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. No. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso a veces es tan importante destruir recuerdos, dar presentes, cambiar de casa. Romper papeles, tirar documentos, vender o regalar libros. Los cambios externos pueden simbolizar procesos internos de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con cartas marcadas y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente. El pasado ya pasó. No esperes a que te devuelvan, no esperes a que te reconozcan, no esperes a que ”alguna vez se den cuenta de quién soy yo”. Suelta el resentimiento; al prender tu “televisor” personal para ver y volver a ver el asunto, lo único que consigues es dañarte mentalmente, envenenarte, amargarte. La vida camina hacia adelante, nunca hacia atrás. Porque si andas por la vida dejando puertas abiertas, “por si acaso”, nunca podrás desprenderte ni vivir el hoy con satisfacción. Noviazgos o amistades que no terminan, posibilidades de “regresar” (¿a qué, necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que te invadieron. Si puedes enfrentarlos ya y ahora… ¡Hazlo! Si no, déjalos ir, cierra capítulos. Di para ti mismo que no, que no volverá. Pero no por orgullo ni por soberbia, sino porque tú ya no encajas allí, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio… Ya no eres el mismo que se fue, hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto, no hay nada a que volver. Cierra la puerta, pasa la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo ni el entorno al que regreses será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprenderte de lo que ya no está en tu vida. Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir porque cuando viniste a este mundo, llegaste sin ese accesorio, por lo tanto, se ha vuelto una costumbre vivir pegado a él y, es un trabajo personal aprender a vivir sin ese accesorio humano o físico que hoy te duele dejar ir. Es un proceso de aprender a desprenderse y humanamente se puede lograr porque, repito, nada ni nadie nos es indispensable. Se trata de costumbre, apego, necesidad. Pero… cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacude, suelta. Hay tantas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir hacia adelante con tranquilidad. ¡Esa es la vida!

domingo, 14 de diciembre de 2008

LA HOMOSEXUALIDAD

LA HOMOSEXUALIDAD
Félix Ortiz
Felixortiz@arrkis.es
I



1. Perspectiva bíblica.

A. El Antiguo Testamento

En la primera parte de la Biblia nos encontramos básicamente con dos tipos de pasajes que abordan el tema de la homosexualidad.

1. Sodoma y Gabaa. Se trata de dos pasajes extraños. El primero es ampliamente conocido y se encuentra en Génesis 19:1-13. Los ángeles enviados por Dios para la destrucción de las malvadas ciudades del valle se hospedan en casa de Lot, el sobrino de Abraham. Cuando los habitantes de la ciudad se enteran, cercan la casa de Lot y piden a éste que les entreguen a los huéspedes para tener relaciones sexuales con ellos (parece deducirse del contexto que se trataría de llevar a cabo una violación homosexual en grupo). Lot se niega y ofrece a cambio a sus hijas. Ante la creciente violencia de los sodomitas, los ángeles intervienen y ciegan a los habitantes de la ciudad. El resto, la destrucción de las ciudades es ampliamente conocido.

2. Gabaa es un episodio similar. Un levita de camino hacia su destino, decide pasar la noche en Gabaa, localidad de la tribu de Benjamín. Allí es alojado por un anciano en su propia casa. Algunos habitantes de la población al enterarse de ello, piden al anfitrión les entregue al huésped para proceder, a lo que nuevamente, parece ser una violación en grupo.

3. Los otros dos pasajes se encuentran en el libro de Levítico y como afirma John Stott en su libro, Homosexualidad ¿una opción cristiana?, ambos están en el contexto de los códigos de santidad dados por Dios para el pueblo de Israel. Estos códigos tenían como finalidad instar al pueblo de Israel, a guardar las leyes de Dios y no imitar ni a sus vecinos de Canaán ni a Egipto, el pueblo donde habían vivido en esclavitud. Ambos pueblos practicaban una amplia gama de relaciones sexuales a niveles no permitidos para los seguidores de Dios. Los pasajes de Levítico dicen lo siguiente:

a. No te acuestes con un hombre como si te acostaras con una mujer. Ése es un acto infame (18:22) Dios habla hoy.
b. Si alguien se acuesta con un hombre como si se acostara con una mujer, se condenará a muerte a los dos, y serán responsables de su propia muerte, pues cometieron un acto infame (20:13) Dios habla hoy




B. El Nuevo Testamento

En la segunda parte de las Escrituras las referencias aparecen en los escritos paulinos. Vamos a revisar los comentarios hechos por el apóstol.

1. Romanos 1:18-32. Es un pasaje largo en el que Pablo hace una descripción de la perversión y corrupción del mundo clásico grecorromano. Los versículos 26 y 27 son los que abordan el tema de la homosexualidad, en ellos leemos:

a. Por eso, Dios los ha abandonado a pasiones vergonzosas. Incluso sus mujeres han cambiado las relaciones naturales por las que van contra naturaleza, y, de la misma manera los hombres han dejado sus relaciones naturales con la mujer y arden en malos deseos los unos por los otros. Hombres con hombres cometen acciones vergonzosas, y sufren en su propio cuerpo el castigo de su perversión. (Dios habla hoy)

2. La siguiente cita paulina la encontramos en 1 Corintios 6:9-10. La referencia a la homosexualidad no aparece aislada, sino en el contexto de una serie de conductas que incapacitan para la entrada en el reino de Dios. Pablo afirma:

a. ¿No sabéis que los malvados no tendrán parte en el reino de Dios? No os dejéis engañar, pues en el reino de Dios no tendrán parte los que cometen inmoralidades sexuales, ni los idólatras, ni los que cometen adulterio, ni los afeminados, ni los hombres que tienen trato sexual con otros hombres, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los tramposos.
(Dios habla hoy)

3. La última referencia del apóstol la encontramos en 1 Timoteo 1:8-11. El contexto del pasaje es una explicación que Pablo hace acerca del propósito de la ley moral de Dios.

a. Sabido es que la ley es cosa excelente, si se aplica con rectitud. Sabido es también que la ley no está hecha para los buenos ciudadanos; está hecha para los malvados y los rebeldes, para los impíos y pecadores, para los sacrílegos y profanadores de lo santo, para los parricidas y los matricidas, para los asesinos, los lujuriosos, los homosexuales y los que trafican con personas, para los embaucadores y perjuros y, en una palabra, para todo vicio que se oponga a la sana enseñanza del glorioso mensaje de salvación que el bienaventurado Dios me ha confiado. (Nuevo Testamento Interconfesional)