martes, 17 de marzo de 2009

Andropausia y depresión


La depresión en los hombres no es igual que en las mujeres, sobre todo después de los 50...
Los hombres también sufren las consecuencias de la disminución de los niveles hormonales, y tienen su propia “menopausia”: la andropausia.Este problema está asociado a la depresión, que a su vez se relaciona con la impotencia y otros inconvenientes sexuales que pueden encontrarse en esta etapa de la vida.
Aproximadamente un 40 por ciento de los hombres de entre 40 y 60 años, experimenta un cierto grado de dificultad en lograr y sostener erecciones, problemas de depresión, oscilaciones en su estado de ánimo, etc.
Pero sin embargo, estos síntomas no se reconocen comúnmente por varias razones:
· Los síntomas de la depresión masculina son diferentes de los síntomas clásicos que uno entiende por depresión.
· Los hombres niegan tener “problemas” porque se supone que son “fuertes”.
· Los hombres niegan sus problemas sexuales y no entienden en qué se relacionan con la depresión.
· Los síntomas de la depresión masculina no son tan conocidos y muchas personas que están en relación con un hombre que sufre esto, como los familiares, los médicos y los psicólogos, no pueden reconocerlos.
Un estudio realizado en Estados Unidos muestra la dimensión de esta situación:
En el 80 por ciento de los casos de suicidios en EE.UU. son hombres.La tasa de suicidios de hombres que se encuentran en la mitad de su vida es tres veces más alta; y para los hombres que pasan los 65 años, siete veces más alta.Entre 60 y 80 por ciento de los adultos con depresión nunca obtuvieron ayuda profesional.Puede tomar hasta diez años y hasta tres profesionales de la salud para diagnosticar correctamente este problema.
Las diferencias entre la depresión masculina y la femenina
Los hombres son más proclives a proyectar hacia el exterior todos sus problemas, mientras que las mujeres se los guardan en su interior.
Las mujeres se culpan a ellas mismas en cambio los hombres culpan a otros por sus propios problemas.
Ellas se sienten tristes, apáticas. En cambio ellos están enojados, irritables.
Ellas son más miedosas y ansiosas, en cambio lo hombres son más suspicaces. Otra gran diferencia es que ellas tratan de evitar problemas, en cambio los hombres los provocan.
Las mujeres tratan de ser agradables mientras que los hombres son más hostiles.
Cuando se sienten heridos ellos son los que atacan, las mujeres no.
Los hombres demandan respeto de las otras personas. Ellas sienten que nacieron para hacer las cosas mal, en cambio ellos piensan que el mundo está en contra de ellos.
Ellas son más nerviosas que los hombres pero actúan de una forma mucho más lenta que ellos, que se agitan mucho para resolver algunas situaciones.
Otra gran diferencia es en la forma de dormir, ellas son las que más duermen -se diría que en demasía-, mientras ellos duermen muy poco.
Ellos necesitan tener el control de todo.
Otra diferencia es que ellas se sienten culpables por lo que hacen, mientras que los hombres se sienten más bien vergonzosos.
Ellas no se conforman con recibir piedad, mientras ellos se frustran por no recibir demasiada piedad.
Ellas expresan mejor sus debilidades y dudas, mientras a ellos les cuesta mucho poder verbalizar todas sus preocupaciones.
Ellas tienen un miedo fuerte a triunfar, mientras ellos tienen terror a fallar.
Para automedicarse ellas utilizan al amor, los amigos y la comida; mientras ellos utilizan los deportes, la televisión y el sexo.
Las mujeres creen que sus problemas podrían ser solucionados solamente si pudiesen ser mejores (esposas, madres, compañeras de trabajo, amigas, etc.). En cambio los hombres creen que podrían solucionar sus problemas solamente si su (esposa, compañero de trabajo, hijos, padres, amigos) los tratasen mejor.
Y por último ellas se preguntan”: ¿Soy bastante buena?”. Mientras ellos se preguntan”: ¿Fui lo suficientemente amado?”.
¿Qué hacer al respecto?
Lo más importante es poder reconocer el problema, porque la mayoría de los hombres no lo ven, puesto que su defensa psicológica más fuerte es la negación.
Es importante que los hombres busquen ayuda y poder brindársela, ya que solo la piden cuando se encuentran bajo mucha presión.
Lo bueno sería ayudar a un hombre que padece estos síntomas haciéndole entender que lo mejor en estos casos es hacer ejercicios, dieta, que entren en contacto con su espiritualidad, psicoterapia, tomar medicamentos si fueran necesarios, que reconstruyan sus vidas y lazos sociales que hayan perdido o nunca tenían, amarse a sí mismos y poder aceptarse como son.
En lo que tiene que ver con los medicamentos, existen muchos antidepresivos que son muy eficaces, aunque ninguna medicación es perfecta. Por eso es muy importante elegir a un buen profesional que supervise una terapia adecuada.

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